Casi todas las mujeres alguna vez hemos deseado casarnos. Durante años
hemos creÃdo que el matrimonio aporta felicidad, es decir, que una mujer
casada es más feliz que una soltera, separada, divorciada o viuda.
En efecto, estudios realizados por la Oficina de EstadÃsticas en Gran Bretaña,
el Vancouver School of Economics, y los investigadores Myers en 2000 y
Dupre en 2009 sostenÃan que las personas casadas eran mas felices.
Adicionalmente, un estudio del psicólogo Stevie C. y sus colegas de la
Universidad de Michigan del año 2012, sostiene que la gente no es más feliz
después de casarse de lo que era antes de casarse, pero sà es más feliz de lo
que hubiera sido soltera. Igualmente, las cifras del General Social Survey de
2010-2018 sobre la relación entre matrimonio y felicidad indican que el 40% de
los casados entre 18 y 50 anos se consideran muy felices; el 24% de los
separados y divorciados sin hijos y el 18% con hijos se sienten muy felices; y
finalmente el 21% de los solteros o nunca casados se considera muy felices.
Todos estos estudios de una u otra manera consideran el matrimonio una
fuente de estabilidad y bienestar.
No obstante, los psicólogos de la Universidad de Michigan William Chopik y
Mariah Purol, realizaron un estudio que se publicó en el Journal of Positive
Psychology, para cuantificar los niveles de felicidad de los casados, divorciados
y solteros. Contaron con una muestra de más de 7500 voluntarios, con edades
comprendidas entre los 18 y 60 años, entre los cuales el 79% se habÃa casado
una sola vez, el 8% jamás se habÃa casado y un 13% se habÃa casado y
divorciado o quedado viudo.
Los casados establecieron su nivel de felicidad en 4 sobre 5, los solteros en
3,8 y el restante 13% en 3,7. Si bien los casados obtuvieron el puntaje mas
alto, la diferencia no se consideró significativa, concluyendo los investigadores
que todos los estados civiles aportan un nivel similar de felicidad.
En este mismo sentido, el psicólogo Daniel Gilbert de la Universidad de
Harvard ha señalado que el matrimonio como tal no aporta bienestar. Para ello
es necesario que la pareja sostenga una relación buena o entrañable, y agrega,
que alguien con una mala relación matrimonial puede incrementar sus niveles
de felicidad una vez que se divorcia.
Por su parte, la reconocida profesora de psicologÃa Sonja Lyubomirsky de la
Universidad de California en Riverside, graduada con honores en Harvard y
con doctorado en Stanford, sostiene que los factores externos apenas impactan
nuestra felicidad en un 10%. El matrimonio podrÃa considerarse uno de ellos.
De los estudios compartidos, podrÃamos concluir que con el paso del tiempo se
va debilitando la creencia de que el matrimonio, por sà mismo, es sinónimo de
felicidad.
En mi opinión, la felicidad no depende de algo que está fuera de ti, como seria
el caso del matrimonio. Si trabajas en tu transformación individual y desarrollas
los hábitos correctos encontrarás bienestar, independientemente de tu estado
civil. No tengo dudas de que puede haber solteras, divorciadas y viudas
disfrutando una vida feliz y casadas viviendo una pesadilla y viceversa.
Entonces, la clave de la felicidad no está en el matrimonio o el estado civil. La
clave eres tú, y tu elección y compromiso de ser feliz.
Ahora bien, si eliges estar en pareja, me gustarÃa llamar tu atención sobre el
hecho de que las relaciones más enriquecedoras suelen ser las que sostienen
dos personas que no se necesitan. Dos personas que desde su plenitud eligen
estar juntas y amarse. Por el contrario, cuando decides estar con alguien para
que cubra tus necesidades, generalmente terminas atrapada e infeliz. Por
ejemplo, si estás con alguien para que te mantenga, es probable que esa
dependencia económica acabe restringiendo tus libertades y decisiones sobre
tu propia vida, hogar y familia.
Entonces, te invito a seguir trabajando en tu transformación personal para que
alcances tu plenitud, independientemente de tu estado civil o circunstancias.